A los que experimentamos la soledad del mando, muchas veces se nos critica como gente poco activa, no se dan cuenta que sufrimos un desgaste brutal en la toma de decisiones, las cuales condicionarán, sin duda, el resultado de la regata y la seguridad de la tripulación. Como aún no me recuperé del inmenso trabajo “mental” que supuso el Rías (con sus noches), el siempre dispuesto Quiqui, toma el relevo y se estrena como cronista en el blog.
Quique comienza así….
Si me permitís, voy a concederme dos licencias en esta crónica. La primera es titular cada etapa con un nombre de una película (o canción o lo que me de la gana que para eso escribo yo). La segunda, os la contaré al final (o no, ya veré).
1ª Etapa: Vigo-Combarro: NORTH BY NORTHWEST
Si ya se que en castellano era con la muerte en los talones, pero eso fue lo que hicimos, ir al Norte por el Noroeste. De entrada madrugón para coger el tren a Vigo, cosa que a Eva no le hizo gracia, pero este Quique… Llegamos a Vigo y en el agua a las 12. Aquí empezó el “show” del comité: primero nos llevó casi hasta Punta Lagoa, cuando estaba claro que el viento estaba hacia fuera. Cuando por fin se da cuenta, todos para fuera. Se entabla el viento del sur a eso de las 15.15 y salida de los cruceros y clase especial. La verdad es que hicimos una salida para olvidar, pero debido al role tremendo, llamada general (cuando algún barco ya había doblado el desmarque) y nueva salida, esta vez con norte. Nos planteamos si cambiar el Génova, ya que estábamos con 19 nudos de viento en aparente, pero como si fuéramos de Bilbao, decidimos mantenerlo. Una vez pasado el desmarque, nos dirigimos hacia Borneira, en un través a 7 nudos, donde empezamos se montó una pelotera de las gordas pero sin consecuencias. Y aquí es donde empezó el tomate. Ya estábamos con 25 nudos y ola, El Niño Rápido (vaya oxímoron) a sota y el Petrilla (maditos Platus) a barlo. De pronto, El Niño Rápido pegó dos orzadas que tuvimos que gritar a Víctor, porque si no nos comíamos el Platú. (Fernando: admitimos como táctica de regata la orzada aunque vayas en distinta clase, pero que se os vaya dos veces de orzada el barco…)
Pasado el susto, vivimos uno de los momentos más espectaculares en Cabo Home, cuando el Cenor de Dietrich (Farr 50) nos pasó por barlo con semejante oleaje que del pantocazo que dio empapó a los sufridos que hacían banda. Pero lo peor estaba por llegar:
la Costa de
la Vela, con 30 nudos mantenidos y una ola importante, y como ya sabéis pasados de Génova. Para que os hagáis una idea, hasta Pedro y Pablo que iban en bañera acabaron empapados, no os digo nada de los que hacíamos banda. Pero como a perro flaco, todo son pulgas, nos damos cuenta que en Morazán el viento escaseaba. Rápidamente tiramos al Sur que era la única línea de viento que había, pero vimos a escasas tres esloras como el Maeloc cogía ese sur y nosotros nos quedábamos primeros del pelotón de los torpes. Para que os hagáis una idea, quedamos de trece en la clase, y el Champa que quedó de doce, nos sacó 45 MINUTOS EN REAL. Llegamos a Combarro a las 20.30. Menos mal que la cena y las copas nos levantaron el ánimo…..
Tripu: Pablo, Eva, Pedro, Juan y Quique.
