sábado, 27 de abril de 2013

Ser regulares es lo mejor.


Las palabras de nuestro “Maestro” (Víctor Mariño) vuelven a cumplirse. En sus enseñanzas nos dijo que para ganar hay que tratar de ser regulares, de nada sirve hacer un primero si a continuación cosechas un décimo puesto. Hay que minimizar los fracasos y potenciar los aciertos.
El Mítico entendió el mensaje y después de llevarlo a la práctica en la histórica victoria del Rías, vuelve en la Enmacosa a cumplir con esa regla.
Resumiendo, conseguimos cuatro primeros en las cuatro pruebas realizadas, más regularidad imposible y a pesar de que alguno, en su dolor (Chito Freire), intenta desmerecer este logro achacando las victorias a frutos de la casualidad o a confabulaciones y ayudas externas, los resultados y lo demostrado en el agua es incontestable.


 Comenzamos con un barlo-sota en la playa de Silgar. Viento duro y ola formada que complicaba y mucho la navegación.
Salida buena y con cinco tripulantes el Enxuto se lanza a resolver la primera ceñida. Logramos buenos registros de velocidad y en cuanto llegamos a la baliza de barlo nos asalta la duda, ¿izamos spi?, el dilema se resuelve por si solo, sí queremos ganar esta regata o cualquier otra, tenemos que llevar el barco al límite permanentemente. Nuestros rivales no nos permiten relajarnos y esto nos da fuerza para querer ir más y más rápido.
La popa es difícil, la ola nos produce un balance brutal, pero el Mítico, yendo por momentos al límite, la resuelve sin complicaciones.
Nos esperan dos ceñidas más tras las que entramos en meta consiguiendo la primera victoria del día.
(Cuatro minutos de ventaja sobre el segundo clasificado de la clase y un tercer puesto en la general).
Segunda prueba, una costera hasta Aguete con el paso de algunas balizas de la Ría.
El viento continúa soplando con fuerza, pero el número de maniobras se reducen en relación con el bastón.
Damos desmarque en primera posición de nuestro grupo, pero en las largas popas el Grifo logra, de forma clara, recortar toda la ventaja obtenida. De este modo y después de unas muy luchadas ceñidas llegamos a la meta de Aguete en primera posición. La diferencia con el barco de Chito es mínima, solamente tres segundos, pero volvemos a salir airosos y lo más importante… ganadores de la clase y segundos en la general.

Tercera prueba. Salida en las inmediaciones de Pelados, aunque el parte pronosticaba una bajada del viento respecto al día anterior, no se cumple y por momentos superamos los registros del sábado.
El comité opta por un recorrido costero, muy técnico, utilizando muchas de las balizas de la Ría y con final en Portonovo.
No materializamos un buen inicio, pero a medida que transcurría la regata, nos fuimos haciendo con nuestro hueco en la flota.
Las secuencias se repiten, las ceñidas son nuestras mientras las popas son del Grifo, un percance entre este barco y el  Youkounkoun, nos facilita el escaparnos un poco más para encarar, en cabeza, el tramo final Morrazán-Portonovo con puntas de viento de 25 nudos en real.
Llegada victoriosa con una diferencia de siete segundos sobre un Grifo que hizo un regatón. En la general otro tercer puesto que consolida al Enxuto como uno de los grandes del Trofeo.

Quiero hacer ahora un paréntesis para analizar a nivel de tripulación estas pruebas.
En estos rangos de vientos el Enxuto por su poco lastre no navega muy cómodo, pero a pesar de contar con tan sólo cinco tripulantes, en las tres regatas, las maniobras se resolvieron perfectamente. El barlo-sota con un magnífico proa-acróbata (Santi) por lo complicado de la ola y el equipo de bañera (Pedro/Juan) asistidos por un polivalente nro. 2-3 (Juanma) se resolvió sin problemas. En las costeras, siendo más sencillas, vemos que el barco navega bien con tripulación reducida, incluso en condiciones que no apuntaban a ello. Lo tendremos en cuenta.


 Cuarta manga, en ella las condiciones ya se volvieron mucho más dóciles, vientos medios y regata táctica.
Cuatro tripulantes para resolver una prueba que se desarrolló  en un campo de regatas ideal para el Mítico y no defraudó. Le dimos la puntilla a un trofeo que se nos da bien históricamente consiguiendo otro primer puesto, de paso, cambiamos la tendencia del arranque de temporada y nos preparamos para la siguiente prueba que se realizaba el día siguiente en Combarro, la “Solitarios” o “a dos”, pero eso ya es otra historia.