En Combarro, día 17 de Abril del año de nuestro Señor 2011. Esta entrada comienza con aires de aventura épica para narrar la hazaña del mítico Enxuto ya convertido en héroe de leyenda, tras esta y otras “batallas navales”.
Temprano, sobre las diez, salimos al campo de regatas, una muy suave brisa anunciaba que la regata sería lenta…. El comité montó la línea de salida al noreste de la isla de Tambo. Treinta barcos, entre los tripulados por una persona y los que navegábamos “a dos”, mucho sol y poca ola.
Salimos por la mitad de la línea, ligeramente desventados, pero logramos hacer los primeros bordos sin demasiados contratiempos.
Tomamos el desmarque, izamos spi y en cuanto vimos un paso franco, trasluchamos poniendo proa a la Escuela Naval Militar, a su altura volvemos a trasluchar, amurándonos a estribor, con rumbo a Samieira.
El viento comenzó a escasear…. tanto que nos quedamos totalmente parados, éramos los que estábamos más al norte, las manchas de viento se formaban por el sur y los barcos que por allí estaban comenzaron a navegar. Tardamos un poco más en salir, pero ese mismo viento del suroeste nos sacó de ese pozo, alargando los bordos hasta las mismas rocas de la costa, nos acercamos al siguiente paso que era Morrazán. Superamos la baliza cuartos en real, estábamos haciendo un regatón, al igual que el Balea Dous, que pasó en segundo lugar.
En la punta de Cabicastro…. ocurrió la hecatombe. Los que estaban por delante se quedaron sin viento y nosotros llegamos a ese punto, frenándonos en seco. Toda la flota se agrupó, la regata empezaba de nuevo…. Nos esforzamos lo indecible para tratar de arrancar, en un momento que izamos el spi, logramos avanzar y tomar la torreta del Picamillo. En el tramo hasta el Camuco el viento se vino arriba, llegando a los 20 nudos, mientras muchos barcos seguían parados en el otro faro.
Momento clave de la regata… doblamos Camouco, en la Isla de Ons y ya una vez comenzado el tramo hasta Mourisca, vemos que los barcos de la clase uno, que lideran la prueba en real, empiezan a pararse. En ese instante le digo a Quique, “ahora estamos de terceros en la clase… más arriba al oeste tenemos viento… ¿qué hacemos?... ¿nos la jugamos?... Quique, responde… esta regata venimos a ganarla… que más da ser terceros que quintos…” No había más que hablar, empezamos a ganar barlo, sabiendo que como el viento dejase de soplar, estaríamos tan lejos se Mourisca que llegaríamos los últimos… Nos arriesgamos y fue una buena elección, uno a uno fuimos pasándolos a todos… Tendríais que ver nuestras caras… qué sensación más placentera…
Al pasar Mourisca, sólo teníamos por delante al Melges 31 que en compensado lo ganábamos de calle. Este último tramo, con spi, fue uno de los mejores momentos que hemos pasado abordo del mítico, la entrada en meta con los aplausos del público, en el barco del comité y ver a todo el resto de la flota tan lejos…. MOMENTAZO.
Pd. Tenía un vídeo de esta regata, pero borré el archivo sin querer, menudo torpe que soy…
