5ª Etapa: Sangenjo-Vigo: PARA VIGO ME VOY (Comentada por Quique)

            El mítico había vuelto, y estaba dispuesto a todo. Pero en la salida, el Arosa VI, decidió que eso de la preferencia del barco a sota no le servía: protesta al canto, pero nos chafó la salida y de qué manera. Con toda la flota ganando barlo, no nos quedó otro remedio que tirar para Mourisca, y encender el gps, que otra vez venía niebla. Y de nuevo, otra protesta: el Champa a barlo y se niega a orzar. Y aquí fue donde empezamos a ganar la regata. Fue complicado pasar la Costa de la Vela, sin referencias de otros barcos debido a la niebla y con un viento rolón que nos llevaba a tierra. El resto de la flota se abrió bastante, y cuando se despejó la niebla, casi llegando a Cabo Home, nos vemos al frente de nuestra clase, todos clavados, y con un suroeste que nos permitió izar spi y enfilar Vigo a 7 nudos de través. Espectacular Juan el navajero en su primera vez con la escota de spi. Pero como todo no va a ser dicha y menos en esta regata, el viento fue cayendo, pero nos permitió entrar de primeros de la clase. La entrega de premios un desastre por culpa del horario y de la megafonía, pero al menos dentro de unos años podremos contar que un día hicimos un primero en el Rías. En cuanto a las protestas: desestimadas las dos por no haberlas planteado a los 45 minutos de haber llegado (nunca te acostarás sin saber… hay que leer las instrucciones de regata). Mención especial de nuevo al Aldán por su salidón (no lo vimos pero lo leímos en el Marca), y al equipo de tierra del mítico.

Tripu: Pablo, Eva, Fernando, Juan y Quique.

            En resumen: de menos a más, regata muy dura el primer día y el tercero, pero al final dejamos el pabellón alto: un quinto en la clase con una victoria de etapa.

Fdo. Quique Ameneiro.

Ahora escribe el patrón…  simplemente agradecerle a Quique el haber sido  cronista de los aciertos y errores cometidos, de la dureza de una regata en la que sufrimos mucho, pero también vivimos momentos para el recuerdo. Con el tiempo lo malo se olvida, quedará lo bueno y  pensaremos en participar en La Rías Baixas 2012.

4ª Etapa: El Grove-Sanxenxo: QUIÉN MANEJA MI BARCA (al estilo Quique)

            Después de tres días de viento lluvia y niebla, amanece soleado en El Grove, y ya era hora. Dantesco el espectáculo en los “pantalanes” que en vez de barcos parecían tendales. El comité decidió que había perdido protagonismo y volvió a actuar: anuncia que se retrasa la salida porque varios regata estaban encallados. Al final y con buen criterio dio la salida a los crucero y clase especial. Buena salida, pasando el desmarque de décimos, y desastre en la flota al dejar todos menos el Balea Dous una boya roja de navegación por babor. Llegamos a San Vicente y arriba el spi rumbo al Camouco. Espectacular la imagen con 90 barcos en popa, apretándose todos para dejar la torreta a babor. Bajada limpia hasta La Mourisca, donde llegamos con el Somni Primero, que se nos fue por poco. Y por eso de que la etapa había sido tranquila, y no era cuestión después de tres días sufriendo, llegando al Cabezo de Morazán vemos una draga que se iba a meter en la pelea. Afortunadamente pasó sin problemas y no perjudicó a nadie. Al final, un tercero en la clase: el mítico volvía por sus fueros.

3ª Etapa: La Puebla-El Grove (desde los ojitos de Quique)

3ª Etapa: La Puebla-El Grove: SINGING IN THE RAIN

            Hicimos una buena salida, de hecho doblamos el desmarque de 15 en real y tomamos la Aurora de décimos en real, y aquí empezó nuestro penar. No se si fue la resaca o la lluvia o el viento el caso es que empezamos a sufrir bastante. El viento en aumento, la lluvia cada vez más fuerte y la verdad que no lo pasamos nada bien. Para colmo de males llegando a Piedra Seca tenemos que virar porque nos vamos a las piedras: el Petrilla amurado a estribor, nosotros a babor, con la idea de pasarlos por popa, pero la mayor no deja gobernar el barco, menos mal que Víctor estuvo rápido y vio que no teníamos gobierno, que si no dejábamos a la flota sin un Platú….Pero sin duda lo mejor de la etapa fue oír un coro en medio de semejante zurra: 6 tíos en la banda del Aldán cantando como si la lluvia y el viento no fuera con ellos. Yo creo que era una táctica de Paco y los suyos para desmoralizar al resto de la flota. Pasados Los Esqueiros, y rumbo a la línea de llegada, haciendo puntas de 10 nudos. Llegamos al Grove de novenos, empapados (y eso que íbamos con traje de agua), y el desastre organizativo fue de órdago. ¿Cómo es posible que una regata con 100 barcos no organice mejor el atraque? Mejor dejarlo… porque al día siguiente se retrasó la salida, 8 barcos estaban encallados….La solución: pillar un hotel, una buena ducha, una “buena” pero lenta cena y unas mejores copas. Y por último mención especial para El Grifo de Chito Freire que ganó la etapa.

Tripu: Pablo, Eva, Cris, Juan, Paco y Quique.