martes, 26 de octubre de 2010

EN BELUSO, EL ENXUTO ATACA DESDE LA SALIDA



Regata en Beluso.

Sábado 16 de Octubre, se presentó como un magnífico día para la práctica de la vela, viento norte de unos 15 nudos, ligerísimo mar de viento, sol y buena temperatura. El comité montó la salida de forma que no era necesario un desmarque, utilizando de boya de los Pelados como paso en barlovento.
Llamamos por VHF a la organización en tres ocasiones, para intentar saber en que clase participábamos, pero no recibimos respuesta, con lo que decidimos ganar la general de todas las clases y punto. (Pablo Conde en estado puro).
Último minuto para la salida, muy bien posicionados, sin parar el barco y controlando la distancia a la línea, bocinazo y el Enxuto se lanza a arar con su orza el campo de regatas, en primera posición. No sólo logramos salir con ventaja y sin desventes, también hacíamos una magnífica proa con relación a los barcos que se quedaron a nuestra popa, manteniendo una buena velocidad.
Llegamos a la baliza, después de varios cruces bastante ajustados con los barcos de la clase regata, tomando boya en cuarta posición por detrás del Aldán, Youkounkoun y Siec, pero con ventaja sobre los tres en compensado.



 Comienza la popa, izamos spinnaker y nos dirigimos hacia Morrazán que era el siguiente paso en el recorrido, media milla más adelante trasluchamos y ponemos proa a la torreta de Mourisca, el viento comenzó a perder intensidad y llegamos a la arriada con una brisa muy ligera. La ceñida, de vuelta a Morrazán, se convirtió en una agonía luchando por mantener el poco aparente que nos hacía avanzar de forma muy lenta, finalmente el viento cesa por completo y lo peor fue que la corriente nos hacía retroceder. El resto de la flota en la misma situación, todos fondeados, dispersos por la Ría tratando de arrancar y llegar a la baliza, que finalmente, después de acortar el recorrido se convirtió en la llegada.
Los que venían por detrás, viendo nuestra situación, optaron por otras alternativas, como la de irse al norte en busca de una mancha que surgía en Cabicastro. Esta fue una buena decisión, para alguno de nuestros rivales, como comentaré posteriormente. Nosotros conseguimos movernos con la vuelta de la brisa y de esta forma nos acercamos a la meta, con muy poca presión, pero dada nuestra situación anterior nos parecía una maravilla simplemente el hecho de navegar.
Llegamos a la línea de llegada, al mismo tiempo que el Chispa, que viniendo por un pasillo de viento más al norte, logró recuperar toda la ventaja que le habíamos sacado y nos ganó en compensado, enhorabuena Pepe.



En resumen, muy buena salida, buena velocidad durante toda la regata hasta que la encalmada nos frenó y nos impidió rematar la faena que tan bien estaba encaminada. Pero la vela es así.
Tripulación: Eva, Juan, Quique, Fernando, Pedro y el de siempre. 

viernes, 8 de octubre de 2010

TRADICIONES MARINERAS...

En un foro náutico en el que participo, se abrió un “post” sobre como saludar a un buque de guerra en alta mar, la tradición dice que se debe arriar e izar el pabellón nacional por tres veces y se actuará de la misma forma ante una fortaleza que tenga izada la enseña nacional.
Fui siguiendo el “post” hasta que encontré la intervención de un señor que se hace llamar “amcf”, en ella describe una tradición marinera que pretende seguir y que me parece interesante transmitir.


Comienza de esta forma…

Hola Amigos.

Pues yo de las primeras cosas que voy a hacer cuando tenga mi bote rematriculado y renombrado será llevarlo a la plaza de Mataelpino para que el cura lo bendiga tras misa solemne.

Aguantando mi agnosticismo, dejaré en un hueco del banco de primera fila la gorra de oficial de la marina mercante de mi padre fallecido, mi madre al lado con la bandera y tres hijos a cada lado de nuestros progenitores.
Una vez acabada la misa y bendecida la bandera el coro de cerceda cantará la salve marinera mientras el resto desafinamos.
Después con miña nai al frente saldremos a la calle, el cura bendecirá el barco y allí me entregará la bandera Española.

Luego iremos a tomar algo, y yo no parare de tomar cervezas hasta el día siguiente.

Así se lo he contado y así será en su momento.

Después cuando alguno de mis hermanos que no haya bebido se vaya a llevar el barco haré sonar la bocina de niebla y arriare tres veces la bandera.

Un abrazo a todos.