domingo, 9 de mayo de 2010

EN LA REGATA TERCEROS, EN LA NOCHE LOS NUMERO UNO


El sábado 24 de Abril se disputó la última prueba del trofeo Enmacosa 2010, la configuración final del podium estaba por decidir. En nuestra clase las diferencias entre los tres primeros eran de un punto, con lo cual el que ganase esta regata se haría con en primer puesto.

Tripulación: Eva, Cristina, Juanma, Quique, Pedro y Pablo.

Salimos de Combarro un poco justos de tiempo y aún teníamos que recoger a un tripulante en los pantalanes de Sanxenxo, motor a Full-speed, o como dicen en Ferrol a “Filispín”. Varias llamadas telefónicas para tratar de coordinar el embarque de la forma más rápida posible, finalmente y con la colaboración de los amigos del Ziralla que acercaron a Pedro al campo de regatas y al balizador, que hizo el último traslado, logramos completar la tripulación.

Las condiciones eran de viento en aumento y ola, con ello se inició el procedimiento, no protagonizamos una gran salida, pero hicimos una virada al norte que arregló un poco la situación. Larga ceñida hacia Mourisca, con algunas viradas, bastante pasados de trapo para el aparente que soportábamos, llegada a la torre y vuelta hacia Silgar, era un rumbo de spi que resolvimos de forma rápida haciendo una buena media de velocidad. En mitad del tramo nos encontramos a Leiro con su barco desarbolado, la rotura de un obenque parece ser la causa de la caída del mástil. Qué triste es ver un velero sin el palo, el patrón en la banda recogiendo los restos de jarcia y trapo, el mar gris, el cielo gris, Leiro vestido totalmente de blanco con su barba blanca… y el comentario de Cristina “parece un angelito”, esta chica es de coña.

Tomamos la boya de Silgar después de una arriada de spi instantánea, iniciamos la maniobra con tiempo suficiente en previsión de surgiese algún problema, pero la bordamos y nos sobró mucho tiempo. Otra ceñida hacia Cabicastro, dejando a el Helmo por estribor, para encarar Picamillo en un interminable descuartelar. Fuera del abrigo de la Ría la ola se alzaba de forma imponente y el viento arreciaba con fuerza, continuos rociones que la tripulación en la banda soportaba como podía.

La ventaja con respecto a los rivales de la clase era muy escasa para la cantidad de millas de regata, no navegábamos cómodos, muy descontrolados por el mar y viento, mientras los demás parecían sufrir menos las condiciones reinantes. Quizás desde sus barcos nos veían más asentados pero visto desde el mítico la situación era de todo menos agradable. Última ceñida Picamillo – Camouco ya llegando a Ons, otra vez muy pasados de trapo y con chubascos continuos, virada y otro descuartelar hacia Mourisca en el que logramos meter algunos metros con relación a nuestros perseguidores, pero no lo bastante. En la torre verde, izada de Spi y a correr hacia la meta en Silgar, más distancia con Grifo y Chispa, pero ya nos hacíamos a la idea que nos ganaban por GPH.

Pedro, como siempre inmenso, soportando la mayor parte del trabajo, durante todo el recorrido, mayor, proa, génova lo que se tercie. El resto de la tripu estuvo colosal, aguantando lo indecible en un día realmente complicado.

Y yo simplemente “magnífico”, como siempre… je, je

Por cierto la regata de copeteo que se montó en Sanxenxo durante la noche, la ganó “de calle” la gente del mítico, metíamos miedo…

2 comentarios:

  1. QUE PASA, todavia duran los efectos de la noche que llevas casi un mes sin escribir.RALIP.V

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  2. Ya tenemos nueva crónica.

    Pablo

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