Nadie es perfecto.

Las circunstancias que rodearon al Trofeo de Navidad de Aguete, confirman lo indiscutible… todos tenemos la “facultad” de poder equivocarnos. El Mítico, no sólo erró una vez, fueron varias las ocasiones en las que después de hacer buenas salidas, navegar con los regata durante gran parte de las pruebas y hacer bordos para el recuerdo…. Nos metimos en lo más oscuro de la inoperancia, cometiendo errores de libro, con el agravante de que el poco viento nos favorecía, en principio, por ser un “diseño ligero”.



Otro que se equivocó, en dos ocasiones, fue el comité durante la última prueba. La regata se disputó en condiciones de muy poco viento, lo cual alargó el tiempo para recorrer las 7 millas, entre boyas, hasta lo indecible. La flota empezó a preguntar su tiempo límite y la información que llegaba desde el barco de la organización nos resultaba, como poco, chocante. Tanto es así que varios barcos, insistimos en confirmar la fórmula.
Resumiendo, el primer error parte de dar datos que provocaron que nos pasásemos dos horitas, de propina en el barco. Haciendo lo imposible por llegar a meta, cuando en realidad toda la flota estaba fuera de tiempo.
El segundo error, se produce al no hacer mención de la equivocación, ni en la entrega de trofeos, ni en la nota de prensa de la regata.
Todos tenemos derecho a equivocarnos, incluso personas con la demostrada valía del “maestro” Giraldo, que desde que ha llegado a las regatas de la Ría de la mano del “Afable”, han logrado mejorar la participación, la comunicación y la calidad de las regatas de forma clara.
Felicitamos a los ganadores, especialmente a los Malos-Malotes, del Porto de Marín, por conseguir la cesta más grande, aguantando la presión (que era mucha) hasta la última prueba.