Hay que asumirlo, la presencia del BlackSam en la lista de inscritos y lo que es peor, en la clase crucero-regata, hace que el ganar una prueba se torne una misión imposible. El arranque de temporada de este barco es bestial, la diferencia en compensado con el resto de la flota es tremenda y a los pocos minutos de comenzar la regata la distancia no para de crecer.
La crónica de la regata desde el punto de vista del “mítico”, se inicia con el último minuto para la salida, en ese momento nuestra posición era la de aproximación a línea, con espacio y tiempo suficiente, en los últimos diez segundos nos lanzamos con velocidad, pero en ese momento aparece el Aldán por barlo buscando su sitio. Nosotros orzamos para empezar la ceñida, el Aldán responde a nuestra acción y trata de emularnos, pero se encuentra con el costado del Grifo, que tampoco puede navegar más alto porque le molesta el Beluso. Con lo cual el Adán arriba de forma clara y nos obliga a hacer lo mismo para evitar la colisión, nos dejan desventados, nos hacen perder ángulo y velocidad. La culpa no es de ellos ni del Grifo, pero nos vemos en la obligación de protestar al cuarenta pies de la ENM. Izamos bandera reglamentaria de protesta y a lo nuestro, que ya eran horas…
La primera ceñida, no la recordaremos como una de las mejores, pero una vez separada la flota, encontramos nuestro lugar en el campo de regatas, libres de desventes y con la firme intención de “arrasar”. Pero la realidad se impone, tomando tiempo al BlackSam en Morrazán nos damos cuenta que la diferencia es tremenda, habiendo recorrido tan solo el primer tramo.
Se suceden los rumbos, largas popas y ceñidas entre Morrazán y la boya metereológica de Portocelo. Y ya en el los últimas millas nos separamos lo suficiente del Grifo y Eibol, para poder obtener un segundo puesto.
Magnífica organización por parte de Desmarque S.L. eligiendo unos recorridos más técnicos, en el pasado eran simples correcalles que no dejaban apenas opciones tácticas y la información a los regatistas es siempre clara, acertada y constante.
Tripulación: Eva, Cris, Quique, Pedro y el que escribe.
Valoraciones finales, buena regata, pero como dice Quique “en este trofeo sólo nos vale ser los primeros” y no lo fuimos.