Cara o Cruz… Norte o Sur.

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En esta regata, como en casi todas, la elección de uno u otro lado de la Ría es importante, pero en esta fue determinante.

El Enxuto, hizo una salida aceptable por el comité, cerrando al Albariño Santiago Roma de Iñaki, todo esto después de “advertirle”, que por allí no pasaba. Los primero bordos, se consumieron en ganar proximidad a Mourisca, que era la primera marca a superar. El dilema se nos planteó a mitad del tramo… ¿A quien marcar? En los viejos tiempos estaba claro, al Chispa, posteriormente al Grifo y en los últimos al BlackSam. Pero ahora, en nuestra clase, la cosa se complica y en medio de esta prueba, nos dimos cuenta que todos son “merecedores” de un buen marcaje.

En la parte más ancha de la Ría, al Eibol y  BlackSam lo teníamos por delante pero controlados,  Correola nos cruza la proa, bastante cerca,  Grifo y  Chispa por detrás. En ese momento el Grifo opta por la parte norte emulando al Correola, los demás insistimos en la zona sur, alargamos el bordo, pero en el mítico nos percatamos que los norteños, una vez amurados a estribor, hacen mucho mejor ángulo que nosotros. El Enxuto vira y busca ese viento, aunque suponga pasar por la popa de todos esos barcos. Los que continúan por el sur insisten en el error.

Llegamos a Mourisca, el viento arrecia y en medio de todo esto el Juancamaria rompe el mástil. Continuamos hacia Morrazán y allí izamos spinnaker, con problemas… El Grifo y el Correola ya son inalcanzables, en la baliza previa a la llegada, adelantamos al BlackSam y entramos en meta.

Resultado, terceros en la clase y quintos en la general.

Valoraciones finales: Una regata muy disputada, con opciones para todos, nuestra clase es la más potente y está todo por decidir.

Tripulación: Juanma, Juan, Quique y yo. (necesitábamos más peso en la banda)