La prueba entre Marín y
Villagarcía celebrada el día 18 de mayo, pasará a la historia del Mítico como
una de sus mejores regatas.
Sábado con poco viento, el
Enxuto siguiendo la estela del Comité que se desplazaba hacia el Oeste buscando
el viento necesario para iniciar la regata. En la enfilación entre Festiñanzo y
Loira, Giraldo monta la línea y vamos consumiendo los segundos que faltaban
para el bocinazo de salida. Arribo y orzo continuamente, no quiero a nadie en
sota, 10..9...8 nos lanzamos y salida…
Bocinazos encadenados, el Mítico en la lista de los premiados con un fuera de
línea. Retomamos y arrumbamos (Quique, nunca te acostarás sin saber una cosa más)
hacia Morrazán, que se usaba como desmarque. Dando bordos y respondiendo a los
roles, logramos tomar la baliza en un buen lugar, dejando por detrás a gran
parte de la flota.
El viento no estaba todavía
100% entablado, con lo cual decidimos ganar barlo intuyendo un posible role a
la mala. Se produce y pasamos el Helmo rozando la roca.
Bordo largo hasta San Vicente
del Mar, Eolo se refuerza y abrimos hasta un descuartelar, 7… 7,5 vamos volando
bajo, los chubascos amenazan y tenemos más presión. A una milla de los
Esqueiros izamos spinnaker, pasados y forzando en las rachas logramos superar la
baliza y ya pudimos abrir rumbo al Ter.
Último tramo de la Ría en popa redonda, pero con
viento defendemos claramente. De esta forma llegamos a la meta en Villagarcía.
Primeros en la clase y
primeros de la General
de toda la flota, el Enxuto gana el Trofeo Regata Centenaria Presidente de la Xunta de Galicia.
Lo celebramos debidamente y a
las 2:00 durmiendo en el hotel.
Domingo sin viento, la flota
avanza en busca de un buen lugar para montar la línea. Se inicia el procedimiento
sin presión suficiente, mala salida del Mítico pero en los primeros bordos ya
está en su lugar disfrutando del nuevo NO que entraba. Viradas y más viradas
hasta el canal de Rua, el viento desaparece. Convencidos de que ese noroeste
previsto volvería, nos quedamos en esa zona…. Pero se retrasó, dejándonos un
buen rato a merced de la corriente que nos llevaba de vuelta a la salida.
Muchos barcos que nos precedían lograron pasarnos más al sur.
Cuando todo volvió a la
normalidad nos pusimos en nuestros números y tratamos de recuperar el tiempo
perdido.
Llegamos a la Escuela Naval de Marín y nos
dan los tiempos de llegada…. Perdemos la general de la Toubes por un minuto.
Lamentable… nos faltó muy
poco para sentenciar la prueba y aumentar la leyenda del Enxuto, pero en la vela las cosas son así, lo
arreglaremos ganando el Rías Bajas y punto.