Por fin embarcábamos para
participar en una regata, desde Agosto no nos enfrentábamos a ningún barco.
Demasiado tiempo parados y más de uno lo notó en su cuerpo.
La lluvia nos acompaña hasta
el lugar en el que estaba montada la salida, el viento era fuerte pero sin
llegar a ser el pronosticado por los partes meteorológicos. Elección clara,
génova tres, aplanar velas y buscar nuestro lugar para realizar la
aproximación.
Últimos treinta segundos,
cazamos “a tope” y nos lanzamos con viento limpio, cruzamos la línea con el
bocinazo y somos el barco más a barlo de la flota, con todo el campo de regatas
a nuestra disposición.
Alargamos el primer bordo,
sufriendo los constantes roles de un norte que perdía fuelle. Nuestros rivales
viraban y buscaban el lado sur de la
Ría , nosotros
queríamos exprimir nuestra amura hasta el final, esperando un cambio que nos
metiese directos a la boya de Tambo, o sufrir un role “a la mala” que nos
hiciese virar. Finalmente se produce lo segundo, contestamos con una virada “de
libro” y nos metemos casi en la playa de Portocelo buscando el layline. Salimos
con rumbo a la marca amarilla de la Isla , pero el viento continúa inestable en fuerza
y dirección. No lo logramos por muy poco y lo arreglamos con dos viradas encadenadas
para superar la marca.
El siguiente tramo era un
rumbo de spi apuntando a Morrazán, nos costó bastante salir del abrigo de Tambo pero
en poco tiempo estábamos volando bajo con el spinnaker empujando con fuerza al
Enxuto. En los últimos metros el viento escasea y decidimos cambiar el génova
tres por el grande, para encarar la ceñida con el trapo adecuado a las nuevas
condiciones.
El trayecto lo solventamos
con rapidez, haciendo valer la increíble velocidad que desarrolla el “ganador
del Rías Bajas 2012” .
Tomamos la boya verde de Pelados, para hacer el rumbo inverso de vuelta a
Morrazán. No izamos spinnaker inmediatamente porque nos venía demasiado de
proa, pero en cuanto se dieron las circunstancias precisas el balón azul volvió
a portar.
En las proximidades de la
baliza de sota se notó la falta de viento y para más contratiempos arriamos spinnaker
demasiado rápido, con la consiguiente pérdida de velocidad.
Doblamos la roja y navegamos ciñendo lentamente, con
constantes cambios de dirección y fuerza del viento. Los pasillos favorecían a
algunos barcos para posteriormente dejarlos con menos presión, en la última
parte del bordo las condiciones se tornaron más estables y pudimos llevar el
barco a su velocidad máxima, consiguiendo otra victoria incontestable en la
clase y en la general de toda la flota.
El Enxuto vence y convence.
¿un segundo, es incontestable? Bájate de la moto.
ResponderEliminarUn primero es un primero, sea por un segundo o por veinte. La victoria es la que es... INCONTESTABLE. La próxima vez ponte las pilas sí quieres ganarnos, porque haremos todo lo posible para ponértelo difícil y sabemos hacerlo.
ResponderEliminarParece mentira en ti, porque ya deberías saber que muchas regatas se pierden o se ganan por muy pocos segundos.
Pablo Conde (Con ganas de ganar la general por un segundo otra vez)