La última prueba del Rías
Bajas 2012 comenzó en el mismo momento
que terminamos la cuarta. De pronto caímos en la cuenta de que ganar esta mítica regata, considerada entre las más grandes del circuito
nacional, se mostraba posible.
Tan solo con lograr quedar
por delante del todopoderoso Viajes Atlántico, el Enxuto entraría en la
historia de la vela gallega.
La noche anterior la dediqué
a estudiar, con más intensidad de lo normal, todos los partes de viento a los
que podía acceder y traté de hacer un planteamiento de regata con la previsión
de que el viento sería flojo en la totalidad del recorrido.
Y por fin llegó el día,
arrancaba con cielo despejado, mucho calor
y poco viento. Recién llegado al
pantalán me encuentro a Víctor Mariño, empezamos a hablar sobre la estrategia a
desarrollar en la prueba, evidentemente coincidimos en que la prioridad era
marcar al Viajes controlando los tiempos compensados, hacer valer nuestra
velocidad y mantenernos en su mismo viento mientras la distancia con ellos no
les bastase para ganarnos. La alternativa en caso de que se nos escapasen
demasiado, sería hacer nuestra regata buscando zonas de mayor presión, roles y
confiar en tener a la suerte de nuestro lado.
Empiezan a llegar los
regatistas a Combarro, muestras de ánimo por doquier, todos apoyando al Mítico.
Se establece la línea de
salida en la oposición entre Mogor y Raxó, un viento perfecto para el Enxuto.
Suena la señal de atención, todos siguiendo de reojo al Viajes, último minuto,
ya no ocultamos nuestras intenciones y nos lanzamos a marcarlo para salir más a
barlovento que ellos. Bocinazo de salida, navegamos rápido, muy rápido.
Mantenemos el rumbo en su través de barlo y no perdemos, ni un metro, ni un
grado con Pombar.
Alargamos el bordo durante
una milla. Se preparan para virar, me advierten y ordeno la misma maniobra,
pidiendo máxima concentración porque no hay lugar para fallos. Viramos y los
dejamos en nuestro cono de desvente sufriendo viento sucio que provoca una
nueva virada, contestamos con la misma maniobra volviendo a llevarlos al cono.
La guerra continúa durante millas y millas pero cada vez les metemos más
distancia y vemos que van perdiendo fuelle.
En Udra, nos corta la proa el
Balea, pero con poca distancia sobre nosotros. La duda surge, ¿qué hacemos?
seguimos y marcamos al Sun Fast, yendo a una zona que se intuía con más
presión, o continuamos con el plan
inicial y seguimos vigilando al Viajes. Nuestro objetivo era ganar el Rías
quedando por delante de Pombar, cualquier otra intención no tenía sentido. Que
el Balea ganase la prueba no debería preocuparnos y eso fue lo hicimos,
mantener la concentración y seguir marcando a nuestra “presa”.
En la Costa de la Vela nos metemos, los dos
barcos, en una poza. Una nueva brisa que se va reforzando nos saca de allí y
llega a rangos importantes. Cuando tengo Cabo Home por el través decido virar
mientras el Viajes continúa ganando longitud no sabemos muy bien con que
intención.
Llegamos a la Ría de Vigo que se mostraba
con poco viento por la zona norte y buscamos el sur descaradamente. La
distancia con nuestro rival aumentó, ya no podíamos distinguirlo con claridad
cuando llegamos a Tofiño. Pero intuíamos que era un spinnaker blanco que
buscaba recortar por el norte “a la desesperada”.
Trasluchamos y arrumbamos
hacia la línea de llegada, el viento comenzaba a escasear aunque no nos
inquietaba demasiado, porque veíamos que por detrás la situación era igual o
peor.
Entramos en meta, euforia
contenida en cubierta. Lo habíamos conseguido, éramos ganadores del Rías 2012.
Fue duro, la tripulación lo
dio todo, el barco se mostró veloz y el ser los más regulares nos aseguró la
victoria.
La clasificación final quedó
de la siguiente forma:
Enxuto 14 puntos.
Viajes Atlántico 15 puntos.
Somni 21 puntos.
Balea 25 puntos.
Deep Blue 25 puntos.
costó pero valió la pena (un retirado de la vela.....)
ResponderEliminarEsto es tan solo el principio.
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