lunes, 29 de octubre de 2012

Enxuto entre los elegidos.


La última prueba del Rías Bajas 2012 comenzó en el mismo  momento que terminamos la cuarta. De pronto caímos en la cuenta de que  ganar esta mítica regata, considerada entre las más grandes del circuito nacional, se mostraba posible.
Tan solo con lograr quedar por delante del todopoderoso Viajes Atlántico, el Enxuto entraría en la historia de la vela gallega.
La noche anterior la dediqué a estudiar, con más intensidad de lo normal, todos los partes de viento a los que podía acceder y traté de hacer un planteamiento de regata con la previsión de que el viento sería flojo en la totalidad del recorrido.
Y por fin llegó el día, arrancaba con cielo despejado, mucho calor  y poco viento.  Recién llegado al pantalán me encuentro a Víctor Mariño, empezamos a hablar sobre la estrategia a desarrollar en la prueba, evidentemente coincidimos en que la prioridad era marcar al Viajes controlando los tiempos compensados, hacer valer nuestra velocidad y mantenernos en su mismo viento mientras la distancia con ellos no les bastase para ganarnos. La alternativa en caso de que se nos escapasen demasiado, sería hacer nuestra regata buscando zonas de mayor presión, roles y confiar en tener a la suerte de nuestro lado.
Empiezan a llegar los regatistas a Combarro, muestras de ánimo por doquier, todos apoyando al Mítico.
Se establece la línea de salida en la oposición entre Mogor y Raxó, un viento perfecto para el Enxuto. Suena la señal de atención, todos siguiendo de reojo al Viajes, último minuto, ya no ocultamos nuestras intenciones y nos lanzamos a marcarlo para salir más a barlovento que ellos. Bocinazo de salida, navegamos rápido, muy rápido. Mantenemos el rumbo en su través de barlo y no perdemos, ni un metro, ni un grado con Pombar.


Alargamos el bordo durante una milla. Se preparan para virar, me advierten y ordeno la misma maniobra, pidiendo máxima concentración porque no hay lugar para fallos. Viramos y los dejamos en nuestro cono de desvente sufriendo viento sucio que provoca una nueva virada, contestamos con la misma maniobra volviendo a llevarlos al cono. La guerra continúa durante millas y millas pero cada vez les metemos más distancia y vemos que van perdiendo fuelle.
En Udra, nos corta la proa el Balea, pero con poca distancia sobre nosotros. La duda surge, ¿qué hacemos? seguimos y marcamos al Sun Fast, yendo a una zona que se intuía con más presión, o continuamos  con el plan inicial y seguimos vigilando al Viajes. Nuestro objetivo era ganar el Rías quedando por delante de Pombar, cualquier otra intención no tenía sentido. Que el Balea ganase la prueba no debería preocuparnos y eso fue lo hicimos, mantener la concentración y seguir marcando a nuestra “presa”.
En la Costa de la Vela nos metemos, los dos barcos, en una poza. Una nueva brisa que se va reforzando nos saca de allí y llega a rangos importantes. Cuando tengo Cabo Home por el través decido virar mientras el Viajes continúa ganando longitud no sabemos muy bien con que intención.
Llegamos a la Ría de Vigo que se mostraba con poco viento por la zona norte y buscamos el sur descaradamente. La distancia con nuestro rival aumentó, ya no podíamos distinguirlo con claridad cuando llegamos a Tofiño. Pero intuíamos que era un spinnaker blanco que buscaba recortar por el norte “a la desesperada”.
Trasluchamos y arrumbamos hacia la línea de llegada, el viento comenzaba a escasear aunque no nos inquietaba demasiado, porque veíamos que por detrás la situación era igual o peor.
Entramos en meta, euforia contenida en cubierta. Lo habíamos conseguido, éramos ganadores del Rías 2012.
Fue duro, la tripulación lo dio todo, el barco se mostró veloz y el ser los más regulares nos aseguró la victoria.
La clasificación final quedó de la siguiente forma:

Enxuto                         14 puntos.
Viajes Atlántico            15 puntos.
Somni                           21 puntos.
Balea                            25 puntos.
Deep Blue                     25 puntos.


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